El transhumanismo: ¿Mejora o final de la especie humana?
El transhumanismo es una teoría filosófica y un movimiento humanista y futurista que persigue el mejoramiento de la especie y la creación de una nueva especie transhumana a través de la tecnología, como la cibernética y la biotecnología. De aquí parte el debate que voy a tratar: ¿El transhumanismo mejora o supone el final de la especie humana?
En mi opinión,
el transhumanismo no es más que un proyecto que nunca podrá ponerse a prueba totalmente, y si llega
a hacerse, podría suponer nuestro fin. Además de que estoy en contra de que
experimenten con el ser humano para sacarle su mayor potencial, fuera de lo
biológico.
En primer lugar,
los transhumanistas utilizan la cibernética para intentar desarrollar una nueva
especie denominada ciborg, intentando combinar el ser humano y las máquinas.
También, pretenden utilizar la biotecnología, a través de prótesis, de fármacos
o de la manipulación de los genes, para ir más allá de lo biológico del ser
humano, es decir, creen que es una obligación moral hacer que el humano desarrolle
más capacidades que sobrepasan el límite de lo natural.
Por otro
lado, buscan la inmortalidad del ser, el aumento de su inteligencia y su
bienestar. Desde mi punto de vista, no me parece moralmente correcto
experimentar con el ser humano para aumentar sus capacidades, ya que supone un
proceso de deshumanización, es decir, supone alterar lo que es natural en nosotros
y no solo eso, sino que también podría producirse el fin de la especie humana.
Si bien es
cierto, que la tecnología nos ayuda a mejorar en muchos aspectos de nuestra
vida cotidiana, como en la ayuda que nos ofrecen las máquinas para encontrar
enfermedades, o esas máquinas que ayudan a salvar a personas y a ofrecerles una
vida adecuada, por ejemplo la máquina de la anestesia o el respirador
artificial. Sin embargo, esta tecnología que acabo de mencionar, no supone una
alteración en nuestra mente, sino una ayuda para conseguir que esas personas
tengan una vida normal y estable como la de todos los demás.
En cambio,
los transhumanistas quieren ir más allá de todo esto, uno de sus proyectos es
el de aplicar la tecnología a nuestra mente, conectando nuestro cerebro a un
ordenador, para después, guardar ahí todo lo que hay en nuestra mente y
clonarlo en otro ser, que supuestamente eres tú mismo otra vez. Lo que hace que
parezca que seamos ratas de laboratorio y que experimenten con nosotros para un
resultado, que seguramente, sea inválido. Además de la poca inviabilidad del proyecto,
en mi opinión, nosotros no somos solo nuestra mente, sino que cada uno tenemos
una esencia que las máquinas nunca podrían igualar ni copiar.
Por ese mismo
motivo, las máquinas no van a poder igualar nunca la inteligencia humana, y en
caso de que en un futuro se pueda, sería un pleno descontrol para la sociedad.
En primer lugar, porque el mal uso de la tecnología y la creación de nuevas
especies, se puede convertir en una catástrofe, hasta el punto de no saber
controlar lo que han creado.
Por otro
lado, entramos en el debate de la igualdad. ¿A quién iría dedicado el proyecto?
¿Todo el mundo podría ser inmortal o solo es una cuestión de dinero y de clases
sociales?
Evidentemente,
este debate es un sinfín de preguntas que no tienen respuesta. Pero lo que sí
puedo afirmar, es que es totalmente injusto que unas personas puedan llegar a
ser inmortales mientras que otras no, o que otras personas puedan ser más
inteligentes que otras simplemente por tener más poder adquisitivo. Eso quiere
decir que una persona de alto nivel económico, podría desarrollar el nivel
intelectual de su hijo, mientras que otra persona de baja clase social,
seguiría manteniendo las capacidades naturales del ser humano, lo que supondría
otra desigualdad más para la sociedad.
Pero en este
contexto, surge otro debate sobre la inmortalidad de las personas: ¿qué es la
vida sin la muerte? Esta pregunta es una cuestión que debemos tratar, ya que la
muerte es lo que da sentido a la vida. Puesto que el tiempo es lo que nos hace
disfrutar de los pequeños momentos y gracias a él, valoramos más cada
experiencia que vivimos.
Poneros en
situación de que la vida sea eterna y de que nosotros fuésemos inmortales: no haríamos
nada, seríamos una sociedad inmóvil sin objetivos a cumplir, ya que tendríamos
todo el tiempo del mundo para hacerlos, por lo que el tiempo y la muerte dan unidad
a la vida.
Por ello, lo
que buscan los transhumanistas acerca de la inmortalidad del ser, me parece un
verdadero disparate.
En definitiva,
no apoyo el proyecto de los transhumanistas, ya que la tecnología está creada
para mejorar nuestras vidas pero no nuestras propias capacidades, ya que
supondría un proceso de deshumanización, en el que perderíamos nuestra esencia
y todos seríamos como robots; aparte del problema de la desigualdad e injusticia que tendría en la sociedad.
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